lunes, 13 de octubre de 2008

1TESALONICENSES 1:1

Introducción

Pablo dedica casi la mitad de la epístola a hacer un repaso de los inicios de la obra a Tesalónica y del desarrollo de su ministerio allí hasta el momento. Por ello es que está redactada en términos muy personales, aunque es una interpretación según Dios de los acontecimientos. Hay una segunda parte más propiamente instructiva, donde encontramos una serie de ruegos y exhortaciones, que introduce con la palabra "finalmente".

1TESALONICENSES 1:2-2:16

Recordando la entrada del Evangelio a Tesalónica

Pablo recuerda, a los creyentes de Tesalónica, la tarea que llevó a cabo y como ellos respondieron al Evangelio.
Con respecto al comportamiento de Pablo y de sus compañeros, les recuerda que recibieron el Evangelio no sólo de palabra, sino también con poder y con el Espíritu Santo y con gran plenitud (1:5). Fue algo más que una comunicación fiel del Evangelio, algo fundamental, ya que Pablo y sus compañeros lo hicieron llenos del Espíritu y de convicción. También mostraron valentía, después de haber sido ultrajados en Filipos (2:2); evidenciaron unos corazones limpios (2:3-4); hicieron patente que no buscaban ningún beneficio personal, ni económico ni honores (2:5-6). Actuaron de una manera afectuosa y esforzada, hasta la fatiga física (2:7-9). Concluye, resumiendo la manera cómo se comportaron, con tres palabras: santa, justa e irreprensible (2:10).
Con respecto a la manera como ellos, los tesalonicenses, recibieron el Evangelio, Pablo les tiene que decir que cuando lo recuerda da gracias a Dios siempre por ellos (1:2). Los tesalonicenses recibieron la Palabra "con mucha tribulación", pero eso no impidió que disfrutaran del "gozo del Espíritu Santo" (1:6), ni que su fe se extendiera por todas partes (1:8). El Apóstol resume la entrada que el Evangelio tuvo entre ellos con las siguientes palabras: "Cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, y esperar a su Hijo de los cielos" (1:9-10). La estancia de los evangelistas había sido muy corta, pero hicieron un buen trabajo y vieron resultados positivos, cómo pocas veces vemos en la actualidad.

1TESALONICENSES 2:17-3:13

Recordando como había completado el establecimiento de la Iglesia en la ciudad de Tesalónica

La salida de Tesalónica tuvo que hacerse deprisa, y Pablo no pudo dejar bien establecida la Iglesia de aquella ciudad como acostumbraba. Más tarde intentó volver diversas veces para acabar de consolidar la Iglesia, porque la gloria y el gozo de aquellos hombres de Dios eran saber que los que habían creído permanecían fieles y crecían en la gracia, pero Satanás se lo impidió (2:18).
Pablo no lo podía soportar más, por eso resolvió enviar Timoteo, que había pasado más desapercibido en Tesalónica, a fin de que reconociera la fe de los hermanos, y los afirmara y animara (3:1-5), quedando solo en Atenas. Timoteo volvió con buenas noticias sobre la fe y el amor de los tesalonicenses: estaban firmes en el Señor; y eso consoló al Apóstol (3:6-9).
Mientras tanto, Pablo continuaba con su ministerio intercesor a favor de la Iglesia, pidiendo a Dios poderlos ver nuevamente y completar las cosas que faltaban a su fe, y por su crecimiento y porque el amor de ellos abundara: a fin que suyos corazones fueran afirmados irrepensibles en santidad delante de Dios (3:10-13).
El punto de referencia para Pablo era la presencia de Dios, y el momento su venida "con todos sus santos". Las nociones escatológicas que recibieron aquellos hermanos incorporaban elementos eminentemente prácticos (1:10 comp. 2:19; 3:13).

1TESALONICENSES 4:1-5:22

Ruegos y exhortaciones

La parte final de la epístola empieza en el capítulo 4, y recoge una serie de ruegos y exhortaciones que abarca casi la mitad de la extensión del escrito. Las bases habían sido establecidas, ahora lo que hacía falta era caminar y complacer Dios cada vez más y mejor.
En primer lugar les recuerda que la voluntad de Dios para todo cristiano es la santificación, vivir separado para Dios. Pero la santificación tiene una vertiente positiva, y otra de negativa: la abstinencia de la fornicación, de la concupiscencia, de abusar del hermano o de aprovecharse de él. Hay que atender la vertiente negativa, separarse de..., para poder vivir la vertiente positiva, acercarse a Dios (4:3-8).
Otra exhortación es a abundar más y más en el amor fraternal, como habían sido enseñados por Dios, y a vivir tranquilamente, ocupándose en sus propias cosas y trabajando con sus propias manos (4:11-12).
Pero antes de poder exhortarlos a animarse mutuamente ante la muerte de los hermanos, para que no se entristecieran como los incrédulos, les tiene que explicar más amplia y detalladamente lo que sucederá a los que han muerto y a los que todavía estén vivos cuando Jesús vuelva a buscar a los suyos. Una vez más se presenta las implicaciones prácticas de la doctrina, y en concreto de la escatología (4:13-18).
En otra exhortación, que tiene como referencia "el día del Señor", les recuerda que los cristianos no tenemos excusa para que el día de nuestro encuentro con el Señor nos tome desprevenidos, dormidos, ya que sabemos que podemos venir ante su presencia en cualquier momento, y que por ello nos tenemos que mantener velando y sobrios (5:1-10).
Pablo les recuerda que todos tienen capacidad para exhortar y edificar a los demás, y que tienen que continuar haciéndolo como hasta aquel momento (5:11).
Algunos de entre ellos estaban asumiendo esforzadamente responsabilidades pastorales, que se describen con las palabras trabajar, dirigir y amonestar, y hacía falta que los reconocieran y que les amaran mucho por la obra que hacían, en lugar de quejarse si no lo hacían todo lo bastante bien: "Tened paz los unos con los otros". Les ruega que lo hagan (5:12-13).
Pero algunos no acababan de ir adelante, y parece que no sabían qué hacer. Pablo los exhorta a amonestar a los vagos, a animar los pusilánimes, a sostener los débiles, y a ser pacientes con todos (5:14). Un hecho que habrá que enfrentar nuevamente en la segunda epístola.
También los exhorta a procurar buscar siempre el bien; a vivir gozosos, a orar incesantemente, a dar gracias en todo, a no apagar el Espíritu ni despreciar las profecías, examinar todas las cosas y retener únicamente lo que es bueno, y, en general, a abstenerse de todo tipo de mal.

1TESALONICENSES 5:23-28

Despedida

Pablo dedica las últimas palabras a recordar a los hermanos, y a sí mismo, que es Dios quien los tiene que santificar completamente, y quien los tiene que guardar íntegramente irreprensibles hasta la venida del Señor, aunque la expresión "sea guardado" parece indicar que ellos tenían una parte de responsabilidad en que eso fuera posible.
Les pide que rueguen por ellos; saluda a los hermanos con un beso santo, mostrandoles su sincero afecto; y los requiere, "os conjuro", que la carta sea leída a todos.
Acabando, una vez más, como había empezado, invocando la gracia de Dios.